Los reclamos que grupos conservacionistas
llevaron ante la Justicia de Córdoba, Río Negro, Entre Ríos y Santiago del
Estero ponen en tela de juicio el confinamiento en zoológicos de animales con
claras capacidades cognitivas e inteligencia, como los chimpancés. Por
Continental, Alejandra Juárez, de la ONG Proyecto Gran Simio, explicó que
intentan frenar el “afán abusivo y arbitrario” que sufren en los zoos, y
“dotarlos de estatus jurídico de forma tal que puedan gozar de los derechos
básicos a la vida, la libertad y a no ser maltratados física ni
psicológicamente”. Los chimpancés “mantienen lazos afectivos, razonan,
sienten, se frustran con el encierro, toman decisiones, poseen autoconciencia y
percepción del tiempo, lloran las pérdidas, aprenden, se comunican y son
capaces de transmitir lo aprendido en sistemas culturales complejos como el de
los humanos”, enfatizó en La Mirada Despierta. El objetivo final es que puedan
ser mudados a santuarios para que vivan en semilibertad en compañía de su
especie.
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