Prólogo de Nazanín Armanian: Dejé la mitad de mi
vida en mis tierras persas, y cuando aterricé en esta península de acogida,
entrañable plataforma de reclamo de pan y paz para todos, me puse a ejercer el
desconcertante oficio de exiliado: conocer, aprender, admirar, transmitir, revelar
y denunciar, estos últimos aprovechando las clases de la Universidad, los
medios de comunicación y una docena de libros como 'Robaiyat de Omar Jayyam'
(DVD ediciones, 2004), 'Kurdistán, el país inexistente' (Flor del viento,
2005), 'Irak, Afganistán e Irán, 40 respuestas al conflicto de Oriente Próximo'
(Lengua de Trapo, 2007) y 'El Islam sin velo' (Bronce, 2009).
Los cazas de EEUU están
bombardeando Siria, matando a decenas de civiles, entre ellos niños. Todo, sin
la autorización de Damasco o de la ONU, pisoteando el derecho internacional.
Por ser quien es el verdugo y quienes son las víctimas, la CNN o la BBC no han
mostrado los vídeos (si los hubo) de su muerte. Por la misma razón tampoco
habrá condenas ni movilizaciones contra el terrorismo de estado practicado con
total impunidad por EEUU y sus socios, que en las últimas décadas han arrancado
la vida a cientos de miles de iraquíes y afganos, pakistaníes, yemeníes o
sudaneses, por citar algunos pueblos. Israel también ha aprovechado la
situación, derribando un bombardero sirio que atacaba las posiciones del Frente
al-Nusra. ¿De qué lado está Netanyahu? ¿Por qué la ‘comunidad
internacional‘ no ha condenado esta agresión a un Estado soberano?
Estamos ante la séptima
agresión militar de Barak Obama a un país que además y ‘accidentalmente’
también es de mayoría musulmana. No es que el presidente quisiera
desmentir así las acusaciones del Tea Party sobre su afinidad religiosa -si no
atacaría Indonesia o Arabia Saudí-, sus motivos
son otros: Dominar
Eurasia Heartland; controlar la totalidad del levante mediterráneo –que fue también uno de los motivos para derrocar
a Gaddafi; humillar a Rusia en su zona de influencia; destruir el
Ejército sirio, por sus vínculos con Rusia, como ha hecho con las fuerzas
armadas de Irak y Libia, y lo hará con la de Ucrania; impedir la construcción del megagaseoducto Irán-Irak-Siria;
triunfar en el terreno bélico y controlar militarmente el mundo para compensar
el fracaso en lo económico; empujar el precio del petróleo al alza perjudicando
a China; anular aún más a la ONU y acorralar a Irán por los cuatro
costados.
Con estos objetivos, en
2007 EEUU puso en marcha el ‘Plan A’ contra Siria, que consistía en:
* Realizar operaciones
encubiertas, financiar al ala derecha de la oposición con el fin de derrocar a
Asad; montar bandas criminales para provocar el terror entre la población y
generar el desgobierno.
*Crear y armar a los grupos
terroristas a los que llamaron “rebeldes”, los mismos que arrancaban el corazón
de los soldados sirios para comérselos, y a los que pasaron a denominar
“extremistas asesinos” cuando mataron a los periodistas occidentales. Son
la viva imagen de los escuadrones de muerte de Latinoamérica en los ochenta,
adiestrados por John Negroponte, quien en 2003 organizó en Irak las “Fuerzas
Especiales”.
* Convertir Siria en una trampa para los países rivales de Israel en
la zona.
*Realizar atentados de bandera
falsa, como el episodio de los gases químicos del 2013, para culpar a Asad como
‘causa belli’ y lanzar una ataque militar contra Damasco. Según 12
ex-agentes del Gobierno de EEUU el
Ejecutivo de Asad no estaba implicado. Además, el veto de Rusia a
una intervención militar, así como la ausencia de una alternativa capaz de
gobernar el país (y a pesar de poder acabar con Asad con uno de estos
“asesinatos selectivos” -, la inutilidad de las conferencias de Ginebra I y II,
y el temor a una situación caótica en la frontera de Israel, hicieron fracasar
esta fase de la ‘Operación contra Siria’, aunque sirvieron para militarizar la
región y permitieron instalar misiles Patriot en Turquía.
“Plan B” en marcha
Consiste en:
* Trasladar el “califato
americano” del Estado Islámico (EI) de Siria a Irak, dejando que ocupara
tranquilamente unos 90.000 kilómetros cuadrados de ambos países, aterrorizando
a cerca de ocho millones de personas.
* Organizar una campaña de
propaganda sobre la crueldad del EI, como hizo con las lapidaciones de los
talibanes para justificar el ataque “liberador” a Afganistán, o la matanza de
bebés kuwaitíes por Saddam Husein en 1991. Por no hablar de la farsa del envío
de Ántrax a EEUU, y las tristemente famosas armas de destrucción masiva inexistentes
del 2003.
* Desempolvar el acuerdo militar que trapicheó con Irak, y que
le permite “reocupar” el país cuando lo considere oportuno.
*Apartar de forma fulminante a
Nuri al Maliki, por su oposición al uso del territorio iraquí para lanzar
ataques contra Siria.
* Romper el tabú de bombardear
Siria, para lo que el año pasado Obama no pudo conseguir apoyos, ni
dentro ni fuera de su país. Ahora, en el medio del caos, si ‘de repente’
alguien asesina a Bashar al Asad, ¿quién llorará por él? ¿Puede ser esta la
promesa de Obama al Rey Abdulá
en su viaje a Arabia Saudí, a
cambio de que no sabotee el acuerdo nuclear con Irán? “Siria para tí e Irán
para mí… que por algo soy la superpotencia”. EEUU sabe que Damasco no puede
derribar los aviones que invaden su territorio. La zona bajo
el control del EI, una vez ocupada por los soldados dirigidos por
EEUU, le servirá de base de operaciones para actuar en toda Siria.
* Continuar con el Proyecto del
Gran Oriente Medio, cambiando
fronteras y regímenes. Washington enviará tropas a Irak, la mayororía árabes y
pakistaníes, para que maten a los árabes y pakistaníes del EI. Una vez borrado
del mapa a Irak y Siria como estados, serán tratados como “escenario de
operaciones Ir-Sir”, para que rime
con Af-Pak, otros dos estados convertidos en “áreas” durante el
capítulo anterior del montaje de la
lucha contra el terror.
* La masiva expulsión de las
minorías étnicas y religiosas de sus hogares que está llevando a cabo el EI
está en la línea del Plan Biden:
‘Divide, vencerás y gobernarás‘. Rompen los estados grandes, agrupan
a sus gentes en zonas determinadas para levantar los mini estados que han
diseñado. En Irak, con
cerca del 30% de los matrimonios mixtos, se
repetiría el drama de Yugoslavia: decenas de miles de personas se verían
forzadas a matarse y separarse para que cada país agresor tenga su parte del
pastel. Cierto es que esto puede suceder en un caldo de cultivo como el
profundo descontento de las minorías de las sociedades de la región, que sufren
hondas desigualdades económicas, étnicas, sociales, políticas y religiosas.
* Que de repente aparezca en la
prensa un grupo islamista llamado Jorasan, más peligroso que Al Qaeda y el EI
-asusten, asusten!- tiene mala pinta, y no sólo por la capacidad de la CIA de
fabricar en cadena grupos terroristas, sino porque Jorasan -Tierra del Sol en
persa- era el nombre de la región que incluía, durante el imperio de
Aqueménides, parte del Irán actual, y el resto de los “stanes” de Asia Central,
aunque hoy es la denominación de una provincia situada en el noreste de Irán.
¿Significa que esta banda operará en Asia Central e Irán?
EEUU, así pretende
reestructurar Irak a su gusto, dominar sus recursos, consolidar sus posiciones
en la región, y de paso chantajear a Rusia y China en otras zonas del planeta.
¿Tercera Guerra mundial?
Algunas fuerzas pacifistas están
advirtiendo de una posible guerra mundial que incluiría el uso de armas
atómicas. Advertencias bienintencionadas, que sin embargo rebajan la gravedad
de las guerras locales. ¿Parece poco que cerca de 90 millones de personas (solo
en Afganistán, Irak, Siria y Gaza) hayan vivido los continuos bombardeos de sus
mundos en los últimos años?
Por otro lado, no hay indicios
de que los BRICS+Irán quieran ni puedan frenar dichas acciones militares de la
OTAN. Es más, sorprende que China y Rusia no hayan exigido una reunión urgente
del Consejo de Seguridad para discutir la agresión de EEUU e Israel sobre
Siria. A pesar de que ambos países fueron muy perjudicados con la pérdida de
influencia en Irak, Afganistán, Sudán, Malí, Libia o Ucrania, no tuvieron una
reacción bélica. De hecho, si hubieran tenido una capacidad militar
considerable, la OTAN no se hubiera atrevido a irrumpir en sus zonas de
influencia de esta manera.
Moscú, tras perder a Ucrania, y la amenaza de
desmantelar la Federación Rusa, no puede involucrarse en Siria.
Vladimir Putin, apretando la mano de Petró Poroshenko, ha reconocido el
resultado del golpe de estado fascista en Kiev, y con ello el
equilibrio de fuerzas: no se enfrentará a la OTAN. Lo mismo en el
caso de Irán, que con su pragmatismo ha demostrado que no es ningún suicida.
Algunas facciones (como la encabezada por el poderoso Hashemi Rafsenyani que
acusó al presidente sirio de haber soltado el gas químico contra su pueblo)
pueden utilizar a Bashar al Asad como una carta en sus negociaciones con Arabia
Saudí y EEUU.
Las élites de dichos países no
están en una lucha “de clases” con los dirigentes de la Alianza Atlántica. Perecen
al club de la burguesía global, unidos con los mismos intereses y fuertes lazos
económicos. Teherán, que inteligentemente ha preferido paralizar su programa
nuclear a cambio de no ser atacado, permitirá dentro de poco las inversiones de
las grandes compañías occidentales, chinas, rusas y otras tantas, con total
garantía de seguridad. Era lo que la capital financiera mundial le exigía.
Por todo ello, a ninguna
de las partes le interesa una gran guerra que afecte al normal funcionamiento
del mercado. Otra cosa son las guerras locales y controlables de las que vive
el complejo Militar-Industrial de EEUU que recibe anualmente un billón de
dólares de presupuestos, mientras casi la mitad de la población vive bajo el
umbral de la pobreza.
Solo un movimiento internacional
por la paz puede frenar la destructiva fuerza de OTAN, lograr que se disuelva.
Diario Público de España
Vos afirmás que Obama es el más republicano de los presidentes democrátas.. Leete esto, viene directamente de EE.UU
ResponderEliminarTras su discurso en la ONU, en Estados Unidos comparan a Obama con Bush
Fue en el popular show televisivo Real Time, conducido por el periodista y comediante Bill Maher. "Obama está en modo George Bush" ironizó.
El periodista y comediante Bill Maher, que conduce el programa Real Time en la cadena HBO, criticó el discurso del presidente estadounidense Barack Obama ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Durante el editorial de su programa, Maher se refirió con sarcasmo a la nueva embestida bélica de Washington en Medio Oriente, esta vez contra el grupo ISIS, y a los apoyos recibidos en la ONU por Obama.
"Ahora hay cinco monarquías árabes involucradas, y los británicos" dijo el periodista, y agregó "y Bélgica... cuidado ISIS".
"Nos acompañan en estas misiones. Es más o menos como cuando una mujer dice que está de compras con su marido... y no están verdaderamente de compras, sino que él le sostiene la cartera" dijo Maher.
"Hace un año también íbamos a bombardear Siria, pero al otro tipo, al presidente Assad... y ahora somos su fuerza aérea. Que estemos bombardeando a sus enemigos no quiere decir que nos guste Assad... solo que nos encanta bombardear" remató con ironía.
"Otra cosa que estamos bombardeando son las refinerías de petróleo que ellos controlan y de donde sacan su dinero" aseguró Maher, y agregó "Es muy duro para los republicanos... bombardear petróleo inocente".