No es Página 12 ni Tiempo Argentino, no es Miradas al Sur ni Revista 23, es Ámbito Financiero quien habla de la Argentina desendeudada



País, en el "top ten" de desendeudados

por Javier Milano



En la Argentina la deuda pública ha sido un condicionante central, en el escenario económico y político, su volumen ha constituido uno de los más formidables obstáculos para el crecimiento del país. Una política de desarrollo económico implica un salto de calidad. Este salto implica la autonomía, la independencia y la autoafirmación necesarias para hacerse un proyecto de país propio que reconozca los derechos a la integración y el acceso y disfrute de los propios recursos humanos, naturales, económicos, financieros, sociales y culturales. 

La política de desendeudamiento llevada adelante por el Gobierno nacional durante la última década implica una oportunidad para alcanzar una posición financiera sólida. Si bien el proceso de reestructuración de deuda pública no ha concluido, la política de la deuda pública ha llevado a cabo dos canjes de deudas exitosos, transitando una importante parte del camino. Aquí podemos analizar algunas de sus características tomando como partida la sustentabilidad de la deuda pública del Gobierno nacional. 


El nivel de endeudamiento del Gobierno nacional ha venido disminuyendo durante los últimos años tal como lo muestra el nivel de Deuda Pública Bruta en relación con el PBI, que entre los años 2004 y 2013 disminuyó del 106% al 39,5%. Esto demuestra un mayor grado de solvencia fiscal, es decir, del nivel de pago a lo largo del tiempo.  El proceso de desendeudamiento también se verificó de manera generalizada entre los diferentes tipos de acreedores. En efecto, con tenedores de deuda del sector privado, el nivel de endeudamiento público se redujo del 82% al 10,8% del PBI entre 2004 y 2013. Algo similar ocurrió con la deuda mantenida con los organismos multilaterales y las agencias bilaterales de crédito, cuyo stock disminuyó del 20,7% al 5,1% del PBI en el mismo período. En la comparación internacional se puede advertir que el nivel de endeudamiento de nuestro país es relativamente bajo. En efecto: de un total de 28 países emergentes analizados, la Argentina se encontraría, contabilizando la deuda neta (con el sector privado, multilaterales y bilaterales), en el noveno puesto con menor grado de endeudamiento. En definitiva, el riesgo de insolvencia es reducido debido a que el nivel de la deuda pública de la Argentina no sólo muestra una trayectoria declinante durante la última década, sino que también es bajo en relación con la mayoría de los países emergentes. Otra manera de medir la sustentabilidad de la deuda pública es tomar el riesgo de liquidez fiscal, comparando el rango de capacidad de pago con el PBI del próximo año. En cuanto a la estructura de plazos, el 22% de la deuda pública neta en situación en pago normal vence entre 2014 y 2015. En tanto, el 54% de la deuda neta en situación en pago normal vence a partir del año 2021, deuda que mayormente fue instrumentada a través de los títulos públicos emitidos en los canjes 2005 y 2010. A este respecto y teniendo en cuenta que el volumen de vencimientos de la deuda pública es relativamente bajo en relación con el stock de nuestro país, así como también en la comparación internacional, se entiende que el riesgo de liquidez de la deuda pública no es elevado.


Fuente: Ámbito Financiero


Comentarios

  1. Y la deuda externa privada, que es lo que realmente importa, está por debajo del 10 % del PBI, incluyendo todo lo que incluyó este gobierno, que es, todo.

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  2. Cuando el otro día el animal de Espert declaró que Argentina no debía tener moneda propia y que la política a seguir debía ser dejar que los privados se endeuden, produzcan y que esas rentas automáticamente serían para beneficio del país y su población, me quedé pensando con qué facilidad, acaso en 5 minutos, se puede destruir el sacrificio de una década.

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  3. Desde hace añares que Ámbito FInanciero es un pasquín K imposible de leer, así que mienten como ustedes. Al final, los radicales vamos a tener que hacer lo que siempre hicimos: hacernos cargo de las cagadas que se mandan los gobiernos peronistas y los militares.

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  4. Qué buen posteo Antonio. Más claro imposible. Al pedo tanta palabra

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