…. y algunos dichos
de ciertos dirigentes que vale la pena recordar de cara al 2015... TODO ES
HISTORIA decía Felix Luna, aunque a algunos opositores no les agrada la idea...
El proyecto oficial
para eliminar las AFJP reunió 162 votos afirmativos. Al tratar la 125, el
kirchnerismo se impuso en Diputados con menos de 129 adhesiones, y luego perdió
la votación en el Senado. El diputado del PRO, Luis Galvalisi, ofició de vocero
de su bloque: "Todo vuelve a repetirse; no pasará mucho tiempo para que
reaparezcan los bonos, los bocones, diferentes instrumentos con los que se ha
estafado a los jubilados", dijo anticipando el rechazo a la iniciativa K.
Por la UCR, el "informante" del bloque fue Juan Acuña Kunz, que
calificó al proyecto de "improvisado y plagado de incertidumbre".
Fernanda Reyes habló por la Coalición Cívica: "Quieren sancionar un
proyecto trascendente para los argentinos sin debate y de apuro. Nos han invitado
para discutir cómo se llevan el dinero, no para debatir un verdadero sistema
previsional, por eso no vamos a acompañar este saqueo". El peronista
Felipe Solá calificó de "desastrosas" a las últimas decisiones del
Gobierno, a la vez que admitió su distanciamiento con sus pares de bloque.
"Si el Estado
se apodera de los depósitos de los aportantes debe expropiarlos, previo pago de
una indemnización como manda el artículo 17 de la Constitución Nacional",
prosiguió el economista de PRO en la Cámara baja. "Lo contrario, estámos
ante una confiscación de bienes de los trabajadores, que el gobierno no puede
hacer y si lo hace, el Poder Judicial debe revertir". Finalmente, la
Cámara alta, tras más de diez horas de debate, convirtió en ley el proyecto que
elimina el sistema privado de jubilaciones y unifica todo en un mecanismo único
de reparto estatal, tras aprobarlo en general y en particular. El oficialismo
logró 46 votos a favor y 18 en contra, al contar con el apoyo de todos los
integrantes de la bancada del Frente para la Victoria -con las excepciones de
los salteños Juan Carlos Romero y Sonia Escudero-, a los que se sumaron el
socialista Rubén Giustiniani, el neuquino Horacio Lores y los aristas Juan
Carlos Martínez y María Díaz. En tanto, en la votación en particular se registraron
algunas disidencias, aunque siempre el oficialismo obtuvo diferencias mayores a
los veinte votos. Por esta iniciativa, los más de nueve millones de afiliados a
las diez AFJP -aunque solamente poco más de cuatro millones aportan regularmente-
pasarán al Sistema Integrado Previsional Argentino que se creará. El proyecto
del Poder Ejecutivo propone en su texto la eliminación del actual régimen de
capitalización y garantiza a los jubilados que están en el sistema privado
iguales o mejores beneficios que los que perciben actualmente. La iniciativa
establece que la administración de los fondos estará sujeta a la supervisión de
una comisión bicameral de control de los fondos de la seguridad social y de un
consejo integrado por empresarios, trabajadores, jubilados, funcionarios,
entidades bancarias y legisladores. Prevé, también, que la ANSES tendrá
autonomía financiera y económica y que estará sujeta a la supervisión de la
Comisión Bicameral de Control de los Fondos de la Seguridad Social, creada en
el ámbito del Congreso e integrada por 6 senadores y 6 diputados. Por
entonces Sanz, Morales y Carrió, actuales referentes del Faunen, afirmaban que
dicha recuperación oficiaría como una confiscación a la par de ser una caja
política del Gobierno.
El debate fue
seguido dentro del recinto por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y por el
titular de la Anses, Amado Boudou. Dichos funcionarios fueron los
encargadaos de defender el proyecto en ambas cámaras.
El titular del
radicalismo, el senador Gerardo Morales, defendió el proyecto alternativo que
presentó la UCR, y cuestionó la magnitud de los fondos que dispondrá la Anses,
al señalar que ese organismo "no está preparado para ser el gran Fondo
Monetario Nacional", al indicar que "deberá administrar 200 mil millones
de pesos". Para el titular de la UCR, Gerardo Morales, “la premura y
el atajo” al que apela el oficialismo decantarán en “una ley corta, delegativa
de facultades” con la que el kirchnerismo procura “hacerse de los dineros del
sistema”. “Al Gobierno no le interesa una reforma estructural del sistema
previsional, sino quedarse con la plata”, sentenció ayer el senador por Jujuy.
Por su parte, el
jefe de esa bancada, Ernesto Sanz, advirtió que el proyecto constituye
"una confiscación" de las cuentas individuales, y que "así lo
interpreta la sociedad". "
Para la
sociedad hay confiscación, la gente lo interpreta con un olfato más fino que
los juristas, por todo lo que vivió en los últimos años", señaló Sanz,
quien fue el primer opositor en hacer uso de la palabra en la sesión en la que
se debate esa iniciativa. Explicó además que ante esa situación
"la gente reacciona sacando siete mil millones de dólares del país".
Sanz sostuvo además que "existe un peligro de default del Estado", y
que por eso el Gobierno hace esta reforma previsional. "Fracaso el plan A,
y este es el Plan B para financiar al Estado", afirmó Sanz, quien aclaró
que "hubiéramos aceptado gustosos un debate en serio sobre el sistema
previsional y la cuestión de financiar el Estado", pero que éste no es el
método adecuado. Sanz se refirió elípticamente luego a la admisión del senador
Miranda, de que cometió un error al votar en su momento la instauración del
sistema de las AFJP, al destacar la "coherencia" del radicalismo, al
recordar que esta fuerza siempre estuvo en contra de las administradoras
privadas. El senador mendocino cuestionó también que la Anses maneje los
recursos que le transferirán las AFJP, ya que "no tiene la formación
profesional" para invertir esos fondos.
Bonus extremo,
bestial, desquiciado y analfabeto desde la derecha peronista
El anuncio de un
robo descomunal
¿Adiós a los Fondos?
El gobierno quiere
disponer de los Fondos de Jubilaciones y Pensiones para satisfacer su voracidad.
Por Gustavo P.
Forgione
Resulta evidente
que el anuncio del gobierno nacional de incautar los patrimonios de los Fondos
de Jubilaciones y Pensiones constituye un delito grave; tan, o más grave aún
que la incautación de los depósitos bancarios por parte del gobierno de Duhalde
y la patraña intentada con las retenciones móviles hace unos meses.
¿Por qué un
"robo"?
Los Fondos de
Jubilaciones y Pensiones son dineros privados desde inicio; no existe aporte
del estado que los nutra; sólo se forman con los depósitos de cada uno de los
aportantes que componen una masa indivisa de capital de inversión, donde cada
uno de los futuros jubilados dispone de su cuenta para transferir a otro Fondo
o para resignarlos a favor del estado nacional si quisiera cambiar al sistema
de reparto, según le plazca.
Desde allí, toda
injerencia de las autoridades, que no se refiera al mero control positivo y
auditoría de la administración del Fondo por parte de las AFJP, significa una
intrusión inadmisible.
Con la pretensión
actual del gobierno, ya no se trata de una intromisión en las decisiones, sino,
de la sustracción descarada de los dineros privados con un fin absolutamente
ruin, ya que no pueden ser considerados capitales especulativos con fin de
avaricia o usura, sino que se trata de la previsión de los actuales
trabajadores activos para vivir un futuro con mayor tranquilidad.
Qué le habría dicho
Perón a los Kirchner
Por alguna razón
que develará la historia, este gobierno fue elegido de la mano de los
peronistas.
Para ver lo que
pensaba Perón sobre el sistema previsional, sugiero que los peronistas escuchen
un discurso de su líder, que pondrá a prueba la doctrina del más fanático ante
el desastre actual, y los no peronistas, para advertir que no todo fue
irracional.
Normalmente no cito
al ex presidente, pero lo haré en esta oportunidad con la indulgencia de mis
lectores. Él dijo, en cadena nacional el 30 de noviembre de 1973: "No quisimos hacer un sistema
previsional estatal porque estos servicios no suelen ser ni eficientes ni
seguros..."; "...hay que dejar al estado, libre de una obligación que
siempre mal cumple..."; posteriormente, explicó lo
ocurrido cuando el estado tomó dinero de las cajas previsionales:
"Acuciado por la necesidad echó mano a los capitales acumulados por las
cajas, para mí eso es simplemente un robo porque no era plata del estado... es
decir, señores, se las asaltó, ¡fue un asalto!...".
Luego de analizar
esto, no es difícil saber lo que Perón les diría a los Kirchner ante este
saqueo.
El ahorro dejó de
ser una virtud
Naturalmente se
considera al ahorro como una virtud, ya que implica la resignación actual de
lujos para que el trabajo de hoy, convertido en dinero, pueda ser utilizado en
un futuro cuando no tengamos la capacidad de generarlo o cuando sea imperioso
su desembolso.
Si consideramos las
actitudes demostradas desde hace algunos años, para el actual gobierno, el
ahorro representa una concepción distinta a la del común de los ciudadanos.
Tener dinero está
mal
Seguramente, si nos
basamos en la frase de la señora de Kirchner, dicha a fines de 2006
cuando su marido presidente tocaba feliz la campana de apertura de Wall Street:
"el problema de nuestro país son los ricos", claramente a la
presidenta (como le gusta que le digan), le desagrada que el resto de los
argentinos tengamos dinero.
Desde que comenzó
el milenio, es evidente que el objetivo de los sucesivas administraciones es
que el gobierno sea más rico que los ciudadanos que lo sustentan, algo muy
grave si consideramos que debería ser al revés, en atención a nuestros
principios fundacionales y a la sanidad de una sociedad civilizada.
Esta perversa
concepción se basa en que, si la gente no tiene dinero, el
"todopoderoso" estado nacional solventará sus gastos; en
contraprestación los ciudadanos debemos dar algunas concesiones de nuestra
libertad. Así, a los gobiernos totalitarios no les conviene que los ciudadanos
tengan independencia económica, y con ello retroalimentan el círculo vicioso.
Pareciera que este
razonamiento se escapó de un escrito medieval, pero no es así, es Argentina del
Siglo XXI, donde las riquezas pretenden ser manejadas a antojo de la pareja
feudal, a la que no le conviene que los súbditos demuestren libertad económica
inicialmente y, bajo presión, posteriormente deberán someter el resto de las
libertades.
El ideal que
proponen los Kirchner se puede definir como el de un "gobierno de
billetera".
Todavía existen
modelos extremos de este tipo y podemos verlos en Cuba y Venezuela, por citar
los más cercanos geográficamente; también se advierte que los gobiernos de
Bolivia y Ecuador pretenden seguir sus pasos, pero a estos les es más complejo
alcanzarlo.
Tratemos que a
nosotros no nos llegue ese siniestro flagelo.
El destino cierto
de los Fondos
Lo único
"cierto" del destino que tendrían los fondos sustraídos es la
"incertidumbre".
La pareja
gobernante ha demostrado lo que hace con los dineros públicos cuando estos
están a su alcance; tal el caso de lo ocurrido en la Provincia de Santa Cruz
con los capitales recibidos por un juicio de esa provincia al estado nacional
por regalías petroleras y por la venta de las acciones de YPF que le entregó el
estado nacional con la privatización.
Esa suma de dinero,
aproximadamente 1.046 millones de dólares estadounidenses, fue a parar a una
cuenta incierta en algún lugar del mundo lejos de Argentina; tan lejos que
nadie puede decir dónde está el capital, ni tampoco los intereses. Dicen que
reingresaron al país unos 60 millones de dólares, pero sólo eso se sabe.
De ocurrir el
desfalco a la previsión de los ciudadanos, con una simple regla de tres, de los
30.000 millones, probablemente nos devuelvan 1.720 millones en doce años... sin
intereses.
Oportunidad perdida
Los años noventa
han marcado en la historia argentina un cambio en la mentalidad pública. Si
bien, ese cambio comenzó allá por abril de 1985 con la primera reforma
monetaria racional luego de cincuenta años de descalabros, se llama "los
noventa" a toda esta época.
Luego de la reforma
monetaria, y pese a sufrir un par de debacles, los negocios privados
pasaron a tener más importancia que los públicos, seguidamente la
convertibilidad estabilizó la moneda, resurgió la pesca, logramos el
autoabastecimiento de combustibles, se tecnificó el campo y la industria
recuperó protagonismo, logrando el tan ansiado "sesgo exportador";
todo ello desde la inversión privada.
El sistema
previsional siguió el curso que marcaban las economías más racionales que la
nuestra. Así, en la región, con Chile a la cabeza en 1981, comenzó la carrera
por mejorar estos sistemas aplicando una cuota de libertad para que, quien
quiera que sus ahorros fueran administrados por un sistema previsional de
capitalización, puedan hacerlo.
Con ello resurgió
el mercado de capitales local que retroalimentaría a la producción, mejoraría
el empleo y el acceso al crédito. Luego de cincuenta años Argentina volvía a
aparecer en mundo como un país con posibilidades de ser relevante.
Este gobierno no
sabe que ello ocurrió.
Casi todos los
logros que estaban ayudando para que en un futuro volvamos a ser un país serio
fueron revertidos en pocos años.
Resulta lamentable
que, en el contexto mundial actual, hemos perdido la oportunidad de gozar de la
inversión que comenzó hace dos décadas. Tuvimos la infraestructura y la
capacidad de liderar en estas épocas en que nuestra producción se había
apreciado.
Ese período de
bonanza mundial terminó; la nueva crisis diezmó la capacidad del mundo para
comprar lo que producimos, a aquellos precios.
Una ultraje a la
libertad
El gobierno intentó
saquear al campo y no lo logró del todo; la mayoría de la industria perdió su
capacidad de generar riquezas como lo hizo hasta hace un par de años; si la
recaudación impositiva aumenta en términos nominales, será por la depreciación de
la moneda y no por crecimiento; solo quedan los ciudadanos con sus ahorros
previsionales acumulados desde 1994 y ello configura mucho dinero para este
gobierno, pese a que no es de él.
La usurpación de
los Fondos de Jubilaciones y Pensiones es el robo más violento que puede
hacerse a una persona, porque configura una reserva privada.
Más grave que la
rapiña pecuniaria urdida con este proyecto, es la "malversación" de
la libertad, por el solo hecho de satisfacer el despilfarro de un gobierno de
malas costumbres e ideas vetustas.
Para los más
optimistas, nos queda la esperanza de que el gobierno ponga marcha atrás
voluntariamente o exhortado por la petición de los ciudadanos que aún
conservamos una cuota de dignidad popular.
La medida más confiscatoria y contraproducente de los últimos 60 años. Obviamente ese era el plan, no dan puntada sin hilo. Las AFJP necesitaban ser reguladas por la CNV con un poco más de ahínco y oficio, y no ser expoliadas para quedarse con acciones para intervenir en los directorios de las empresas, tener dinero fresco para financiar ese engendro populista llamado AUH, y descapitalizar los activos del ANSES otorgando créditos hipotecarios a tasas negativas para hacer proselitismo barato a costa de los que aportamos al régimen previsional. Creo que es necesario que el próximo gobierno dictamine que los individuos tengan la plena libertad de disponer de sus fondos jubilatorios como se les cante, porque el esquema de jubilación, tal como lo conocemos, está en franca extinción. Si la CNV marca con buena leche la cancha, las AFJP podrían reaparecer y no cometer los mismos abusos que cometieron. Un número amplio de oferentes de servicios jubilatorios nos darían un amplio margen para elegir donde meter nuestros fondos destinados al retiro, si es que queremos meterlos ahí. Libre Mercado señores, no es mala palabra, y en el mediano plazo, termina siendo mucho más justo y equitativo que la grosera y obscena intervención estatal en la economía que estamos viviendo desde el año 2008. Al final, Néstor era Milton Friedman al lado de CFK...
ResponderEliminarTu comentario no necesita ser editorializado. Es muy contundente, es muy neoliberal, no necesita refutación. Se agradece.
EliminarQueda claro cuáles son las veredas a transitar.
Posiblemente mi pensamiento tenga ribetes neoliberales, especialmente en lo atinente a reducir el papel del estado en la mayoría de las áreas de la economía. No obstante, uno de los grandes defectos del neoliberalismo aplicado en este continente ( y en otros) es que el estado salió al rescate de las grandes corporaciones, utilizando fondos públicos. El caso más evidente fue el de E.E.U.U. en los años crudos de la crisis ( 2008-2009). No estoy para nada a favor de socializar las cagadas de las grandes compañías, ni de otorgarles privilegios fiscales y/o crediticios. Pocos impuestos y bajos, mayor autonomía política, económica y fiscal para las provincias y municipios, reducir el papel del estado al de seguridad, justicia, transporte e innovación científica, reducir la burocracia estatal utilizando las nuevas tecnologías, otorgar cheques educativos para que los padres elijan el colegio para sus hijos, aumentando el nivel educativo gracias a la competencia entre escuelas privadas o autogestionadas, otorgar cheques sanitarios a los sectores más vulnerables de la sociedad, como niños, jubilados y discapacitados, entre otros; mayor libertad y celeridad para abrir empresas, nula intervención en la actividad económica de las empresas, abrir importaciones y exportaciones, sincerar variables económicas como la inflación y desempleo, y reducir ambos aumentando la inversión privada y reduciendo el déficit fiscal, legalizar el aborto, separar a la iglesia del estado, eliminar los subsidios a las clases pudientes y clases medias, despenalizar el consumo de drogas, etc. Hay elementos de derecha y otros de izquierda, pero hay un hilo que los une a ambos: la libertad de los individuos frente al avance del estado. Si ser neoliberal es pretender que la casta política tenga poca disponibilidad de usar las estructuras y recursos estatales para complicarnos la vida, entonces soy y seré neoliberal.
ResponderEliminarMiquele,
ResponderEliminarVos mismo mencionas el "defecto":
"No obstante, uno de los grandes defectos del neoliberalismo
aplicado en este continente ( y en otros) es que el estado
salió al rescate de las grandes corporaciones, utilizando
fondos públicos.
El punto es que cometer - el mismo - defecto en todos los
continentes no es un defecto es mecánica, es método, es estafa.
Estafas con las que se quedan con todos los fondos del estado
sean nacionales y/o provinciales. Y como si eso fuera poco
también se quedan con los recursos naturales.
Yo diría que hicieron Menem y los ladrones que se quedaron con los aportes de los trabajadores en el '94, conmigo que al retirar los aportantes jóvenes me condenaron a una fórmula por la que que me robaron el 50% de mi jubilación, porque si hablamos de derechos, el mio era anterior y se vio avasallado por la pérdida del financiamiento.
ResponderEliminarPor otra parte esa parte del discurso de Perón a que hace referencia el periodista son recortes malintencionados de un discurso que no dice quienes fueron los autores del saqueo de las cajas de jubilaciones, ni que en su primera presidencia fueron estatizadas debido a las estafas reiteradas de los sistemas de seguro de retiro que operaban hasta es momento.
En cuanto a Miquele, la estafa empieza en el '94 cuando el sistema oficial a través de sus agencias recauda, luego entrega a las AFJP que a su vez represta lo recaudado con grandes intereses al propio Estado que antes disponía de esa fuente de financiamiento, que es normal en todas las naciones, sean privado o estatal el sistema de seguridad social, a valores mucho mas adecuados, y la prueba está en que el déficit fiscal acumulado a lo largo de los años hasta el estallido del 2001, que es provocado por dicho déficit, es equivalente a la suma de aportes derivados a las AFJP, no digo que el acumulado por las AFJP porque a ello se le descontaron los gigantescos gastos de administración y comisiones, mientras que los aportes personales sufrían una sangría de alrededor del 30%, y sobre el resto tenían una ganancia que estaba restringida a un valor máximo para el cómputo, si era mayor el sobrante integraba el fondo, pero no el acumulado del aportante.
El resultado fue que cuando empezaron a jubilarse, los haberes eran tan miserables, que al igual que en Chile, el Estado debió hacerse cargo de un pago mínimo que aún así era inferior al de los jubilados de la Anses.
Nunca menos y abrazos
Norberto
ResponderEliminarTodos sabemos que aquel modelo previsional sólo tenía la intención de manejar una frondosa caja sin riesgos y con mucha liquidez a la cual se le podían sacar enormes dividendos vía comisiones y juegos bursátiles.
Cualquier tipo que defiende ese modelo previsional parte de un sofisma, hacernos creer que justamente se trata de un modelo previsional, solidario y equitativo. Propagandas con viejitos alegres corriendo en cámara lenta y cosas por el estilo.
Todavía intento imaginar como hubiera sido eso de planificar la propia esperanza de vida de uno en función de un plan de cobro. Abrazo