Lo que sale de la cruza entre un GUSANO ARGENTO y un CACEROLO...



Entre los pergaminos más destacados del autor de la nota, el cual se autodefine como analista político, figura ser un conspicuo adherente a los postulados neoliberales “teapartyanos” (ergo, la letra chica del liberalismo, el manual de las contraindicaciones, las negritas a tener en cuenta, dicho de otro modo, liberales serios como Karl Popper y el Dr. González Berger le hubiesen dado a este protofascista una liberal patada en el ojete), y como consecuencia de ello fue durante los noventa un fanático “absorbemedias” del menemato desde sus albores. Todo ello lo dejó plasmado en las pantallas de ese viejo canal de cable P&E (Plantas y Escritorios según lo supo definir aquel recordado y respetado periodista, el hoy exámine y reencarnado en showman Jorge Lanata) en compañía de una tal Malú Kikuchi, periodista que haría ver como moderados a los también extintos Mariano Grondona de Neustadt y Carlos Varela, en un ciclo llamado Sin Fronteras, aún luego de que todo ese modelo exclusivo y especulador volara por los aires. Mujer que algunos recordamos por su afirmación de que el comunismo había matado más gente que el nacionalsocialismo y el fascismo juntos. Desconocemos las razones por las cuales no incluyó en la comparativa al capitalismo, sobre todo al águila norteamericana. Por lo menos este último, me refiero a Varela, se fue de este mundo habiendo compartido con Eduardo Aliverti algún cambio de opinión en Palabras Cruzadas..
No contento con hacernos daño con sus elucubraciones medievales, este periodista y analista cubano-argentino llamado Armando Ribas, duplica su apuesta intentando destruir a la poesía, cosa que nada bueno quede para recordar de la contemporaneidad. Nosotros también podemos enorgullecernos. Jaime Bayly y Federico Jiménez Losantos tienen con quien compartir en nuestras pampas sus deseos políticos bélicos, exterminantes y mortuorios.



A LA ARGENTINA por Armando Ribas

Clío, auxilio te pido, para hacerle comprender
a esta Argentina doliente, su historia,
por Alberdi soñada, y llevada a la realidad
por Urquiza, Sarmiento y Mitre.
Cuentan que el Cóndor un día, del Plata
emprendió su vuelo,
y en sus alas portentosas, a la Argentina llevara,
por las cumbres de la historia.
El tiempo parece sombrío.
Y aquel país orgulloso, de su historia y su futuro
donde, de Europa, llegaban inmigrantes por legión,
en busca de libertad, que en este suelo encontraban,
en un profundo sopor, parece hoy sumergido.
¿Qué pasó que aquella tierra, de libertades enhiestas,
se abandonara al azar, de brumosas enseñanzas
que aquella Europa aciaga, sus deletéreos ensayos,
casi un siglo padeciera?
¡Levántate y anda Argentina!
¡Súbete presto a las alas, de aquel Cóndor seductor!
¡Y junto al águila hermana, que en el norte se desplaza,
hagamos una vez más, de América lugar de ensueño,
de paz y de Libertad!



(Los amantes de las rimas jamás le perdonaremos a la Revolución Cubana que haya acercado a este hombre al mundo de la poesía)





Pero ya dijimos demasiado sobre este tipo menor, mejor leamos este hallazgo de la geopolítica antidiluviana…


Acuerdo EE.UU.-Cuba: la lección de Churchill sobre el honor y la guerra

por Armando Ribas para Ámbito Financiero





La reciente noticia respecto del próximo acuerdo de Estados Unidos con Cuba no puede menos que recordarme las sabias palabras de Winston Churchill referentes al regreso de Chamberlain y Deladier del acuerdo con Hitler y Mussolini en Munich y dijo: "Perdieron el honor para evitar la guerra y ahora tendrán la guerra sin el honor".


La Segunda Guerra Mundial fue el resultado de aquel encuentro. Para comenzar debo decir que a mi juicio existe una diferencia fundamental entre la decisión unilateral de eliminar el embargo, y el supuesto acuerdo de Obama con Raúl Castro.

Hace mucho tiempo me percaté de que más allá de las razones para la imposición del embargo, lamentablemente el resultado del mismo había sido contraproducente en sus efectos políticos. El enfrentamiento de Fidel Castro con Estados Unidos comenzó el propio día de su llegada a La Habana cuando en su discurso dijo: "No estamos aquí por el Pentágono sino en contra del Pentágono". Y seguidamente deshizo la base militar de Estados Unidos en La Habana y confiscó todas las propiedades de los americanos en Cuba.


Esta actitud pudo haber sido sorpresiva para el Gobierno americano. Como bien describe el embajador de Estados Unidos en la Habana Earl T. Smith en su libro "El Cuarto Piso", el Gobierno de Eisenhower colaboró con la caída de Batista. El Departamento de Estados Unidos mediante la política seguida por sus representantes Sol Linowits y Roy Rubotton decidió desconocer el triunfo del candidato de Batista en las elecciones de 1958, el presidente electo Rivero Agüero. O sea, el Gobierno americano en aquella oportunidad apoyó indirectamente el acceso de Fidel Castro al poder, no obstante las advertencias de su embajador respecto a la evidencia del comunismo de los revolucionarios.


Ahora bien; ante la actitud de Fidel Castro, la ruptura de las relaciones diplomáticas y la imposición del embargo -no bloqueo- fueron decisiones más que racionales. Desafortunadamente como he dicho en múltiples oportunidades parafraseando a Pascal, "La política tiene razones que la razón no conoce". En consecuencia de esa realidad el embargo se convirtió ante el mundo como el determinante del fracaso económico de la política de Castro. Y esa percepción ha llegado lamentablemente hasta nuestros días.


Una cosa es eliminar unilateralmente el embargo y que sean los americanos si les parece tomen el riesgo de invertir en un país en el que no se respetan los derechos de propiedad, y otra es repetir el intento del Piso Cuarto en 1958 de llegar a un acuerdo con Fidel Castro. No obstante el error político que ese proceso implicaba, tal como lo explicita Earl T. Smith, en aquella oportunidad se desconocían los crímenes cometidos por los Castro durante su Gobierno y así como su responsabilidad por la subversión en América Latina.


Según las últimas noticias el acuerdo propuesto por Obama implica no sólo la supresión del embargo, sino el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de una embajada en La Habana. Aparentemente y tal como lo explica Marcos Rubio, el acuerdo no conlleva ningún requerimiento de que se respete el derecho de prensa ni tampoco la posibilidad de la creación de un partido de oposición y que haya elecciones. Por tanto, estaría aceptada la continuidad del poder del Gobierno más criminal que haya conocido América Latina.


Desde mi punto de vista, preguntar a los cubanos en la isla públicamente qué piensan del acuerdo, es desconocer la realidad política que se enfrenta, pues el miedo es determinante de los comportamientos individuales en los países totalitarios. Por esa misma razón el Parlamento cubano aprobó unánimemente el acuerdo con Estados Unidos. Ya debiéramos saber que en los países totalitarios se invierte la expresión "Cogito ergio sum" y se expresa "Sum ergio no cogito". Es decir que se existe porque no se piensa, pues se sabe que al que se opone al Gobierno lo liquidan. Consecuentemente saber qué piensa la gente en los países totalitarios como Cuba es un sueño de una noche de verano.


Podría decir que los que no han tenido afortunadamente la experiencia de vivir bajo un régimen totalitario, puedan encontrar favorable y conveniente este acuerdo para la libertad y la economía de los cubanos en la isla. Pero la realidad a mi juicio es que este acuerdo a quién beneficia es al régimen criminal que ha regido en Cuba por 56 años, y que hoy a causa de la caída de la economía rusa y la debacle venezolana se encuentra en la peor de sus situaciones. Por tanto, como bien dice Marcos Rubio, este acuerdo es una victoria para el Gobierno cubano, en un mundo que se empeña en desconocer el genocidio cubano.


Más aún pareciera que esta decisión de Obama significa el reconocimiento de que la culpa de la falta de libertad y la pobreza de Cuba la ha tenido el embargo y la ruptura de relaciones de Estados Unidos con Cuba. Tanto es así que la presidenta Cristina ha señalado que finalmente Estados Unidos ha dado la razón a Fidel Castro. La realidad como hemos dicho es muy otra pues tanto la ruptura de las relaciones como la imposición del embargo fueron en respuesta a la política criminal de Fidel Castro.


Por las razones dadas anteriormente es indudable que no sabemos lo que piensan ni siquiera los que forman parte de la "Nueva Clase" (Milovan Djilas). En los sistemas totalitarios la lealtad es sinónimo de obsecuencia, y por ello no sabemos siquiera qué pasará el día que Raúl y Fidel desaparezcan de la escena política. Y esto no va a pasar de motus propio sino tan solo cuando Cronos se apiade de los cubanos así como hizo con los venezolanos.


La historia muestra que ningún régimen totalitario fue reformado por los iniciadores del mismo. Solo la muerte de Stalin y de Mao Tse Tung permitieron las reformas que han tenido lugar en Rusia y en China. Por supuesto en Alemania se debió a la entrada del ejército americano.


Por todas esas razones creo que el acuerdo con Obama no cambiará el curso de la política en Cuba en tanto y en cuanto permanezcan los Castro en el poder. Ese acuerdo de factum refleja la misma actitud política adoptada por la Unión Europea con respecto al gobierno de Cuba y ello no ha implicado ningún cambio de la situación política en Cuba. Recordemos que los inversores extranjeros deben pagar los sueldos de sus empleados al gobierno y éste en nombre de la Dictadura del Proletariado, les devuelve a esos empleados una migaja del ingreso obtenido. Creo que esa lamentable política no cambiaría si los inversores fuesen los americanos.


La única política razonable en nombre de la libertad frente a un gobierno totalitario es la que se llevó a cabo frente a los gobiernos de Panamá, Nicaragua y muy importante la llevada a cabo por el presidente Johnson cuando mandó los marines a Santo Domingo, y hoy "Santo Domingo lo tiene todo". Cuba flota por la traición de Kennedy en Bahía de Cochinos y más tarde al continente cuando durante la crisis de los misiles entregó a Cuba a la órbita Soviética.


Dado el aparente triunfo ético, intelectual y político de la izquierda en el mundo Occidental, una actitud de esa naturaleza sería considerada una vez más como la expresión del imperialismo americano, no obstante que ella le otorgaría nuevamente la libertad a los cubanos. Pero dado lo dicho anteriormente la única posibilidad de que vuelva la libertad a Cuba depende de la muerte de los Castro, y la aparición de alguien a quien no conocemos, que surja del interior del poder con la intención de cambiar el rumbo.


Por supuesto, como es de esperarse toda la ciudadanía cubano-americana está masivamente en contra de este acuerdo. No puede menos que reconocerse la bronca que puede causar una decisión de esta naturaleza de reencuentro con los Castro de todos aquellos que han y hemos tenido que sufrir las consecuencias de su llegada al poder. La pérdida de familiares, de amigos de propiedades y la separación de las familias. Alguna vez tomé conciencia de que mientras más razón para la bronca, menos razón para la acción pues la bronca obnubila el entendimiento. Desde ese punto de vista nada me haría más feliz frente a la alternativa que enfrentamos que estar equivocado y que este proyecto pueda llevar nuevamente a Cuba la libertad y el bienestar que se merece.

Fuente: Ámbito Financiero


Comentarios

  1. Compro Ámbito, pero descarto toda esa parafernalia de tipos que hacen su negocio a través del diario, tipo Wende u Oliveira Doll, tan evidentes ellos, ¿pero ademas leer tipos como este o Artana?, eso no es saludable.
    Nunca menos y abrazos

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