Por suerte Nisman denunció lo que todos sabíamos y nadie ocultaba...
Esteche y D´elia en Iran
Cuando uno termina de leer la denuncia del fiscal Alberto
Nisman tiene la extraña sensación, luego de haber tenido que soportar una
redacción empalagosa y cansina en pleonasmos (llamó mucho mi atención el tenor
casi dramático de su prosa, excesiva en calificativos; en este tipo de
presentaciones el estilo es más riguroso, taxativo y concreto, citando incisos
y artículos puntuales dentro de los cuales se encuentra cada temática que supuestamente
se está tratando), de encontrarse enredado dentro de una novela básicamente intrigante
en donde la conjetura es la columna vertebral de la trama, supuestos que
finalizan de manera abierta dejándole al lector la posibilidad de cerrarla de
acuerdo a su libre albedrío (político, por supuesto), algo así como inventarle
a la historia soluciones por cuenta propia. Y como dice muy bien este artículo que
adjunto un final abierto nunca es un final…
https://ecologismoliterario.wordpress.com/2012/01/21/los-finales-abiertos-no-son-finales/
No hay modo, forma ni manera de darle entidad jurídica a
este escrito, sólo la muerte del Fiscal le da al texto cierta intención política,
no más, por fuera de la literatura. Incluso algún contenido mediático sobre
determinadas notas periodísticas, a estas alturas risueñas, le dan a la
denuncia un barniz bizarro aún mayor…
El Doctor Zaffaroni afirmaba hoy por la mañana que no es
la primera vez, dentro de la causa AMIA, que elementos interesados plantan
información a ciertos juristas endebles de espíritu o directamente corruptos de
manera tal embarrarla aún más.
Hoy la muerte de Nisman reemplaza a su pobre denuncia,
cuestión que será seguramente usufructuado como el principal capital
argumentativo por parte de la oposición política y mediática durante este año. Sin
ir más lejos y con el cadáver aún vigilando Felipe Solá – el mismo de Kosteki y
Santillan, y el de Jorge Julio López - cubriéndose el culo sobre futuros
desencantos con el escrito y haciéndose el boludo tal cual su antológico
consejo, catalogaba, ayer por la noche en el programa de Silvestre, admisible al
texto del extinto Nisman como una denuncia política que no necesariamente debía
tener un correlato penal, pero que le podía ocasionar al gobierno un tremendo
daño en un año electoral. Increíble, maravilloso razonamiento de esta rata que
todavía sigue viviendo por entre las tejas mugrosas que aún tiene el techo de nuestra
imperfecta democracia. A los pocos minutos comenzó a mencionar hasta el
hartazgo y de modo crítico la cantidad de operaciones y denuncias que el
gobierno había hecho contra opositores y se detuvo específicamente en el caso
de Olivera. Vaya contradicción. Lo de ciertos operadores del gobierno fue
detestable en aquella oportunidad cuestión que mereció nuestro más severo
denuesto desde esta tribuna de opinión, pero él no lo ve del mismo modo cuando
la falsedad operativa del denuncismo hace mella en el ejecutivo nacional y en
la primera figura institucional que tiene el país, para colmo buena parte de su
alocución la hizo a los gritos y con un artículo del domingo de Diario Popular cuyo
titular hablaba de disparos en el Congreso y cosas por el estilo. Para darle un
telón de fondo al debate Bonasso y Pitrola acordaban con la exposición del fiel
representante de la fauna abisal política cuando sentenció que estamos respirando
aires similares a los de 1974.
Fueron por Néstor y Cristina vía Báez, se tuvieron que
conformar con Fariña. En el medio hubo varios puntos de rating, cientos de
testimonios mediáticos y muy bien ensayados, pero nunca ratificados en sede
judicial. Y la bóveda, y Seychelles y Miriam Quiroga. Ahora van por Cristina y
se tiene que conformar con las reiteradas y casi cansadoras declaraciones al
respecto de D´elia y Esteche y sus respectivos alineamientos con Irán, cuestión
de la que se deben hacer cargo individualmente, como así también otros
dirigentes – de todos los partidos políticos - tienen que hacerse cargo de sus relaciones
cercanas con otros personajes del campo internacional. Desde la Embajada, pasando
por la CIA, o aquel dirigente golpista paraguayo que volteó a Lugo.
Acaso volverán con Amado Boudou, esta situación de
fragilidad en la “nocausa” denuncia Nisman sin dudas que lo complica. Tal vez
Bonadío y Campagnoli regresen a la escena, o quizás la nueva jueza de la causa
por la muerte del fiscal, Dra. Fabiana
Emma Palmaghini, sin bajar banderas y a caballo de sus tremendos exabruptos
borrados contra Cristina trabajará sin pausa para mantener el mayor tiempo
posible una puerta abierta a favor de la hipótesis del asesinato, cosa de seguir
dándole vida a las elucubraciones oportunistas del lumpenaje mediático y
opositor. Cualquiera de nosotros ya hubiera sido velado y enterrado, a nadie le
hubiese importando si dejamos una lista de compras o las llaves en la puerta,
si planchamos una camisa o nos lavamos los dientes, si nuestro carácter era
afable o si nuestro libro de cabecera eran Las Desventuras del Joven Werther de
Wolfgang von Goethe. Qué pasó o qué cambió hasta ahora desde los dichos de la
fiscal: “No participó ninguna otra persona en el suceso”, conclusión arribada
luego de que trabajara el propio decano forense de la CSJ enviado por el mismo Lorenzetti.
¿Acaso pudo haber cambiado la escena del
evento para hacerle un regalito extra al establishment jurídico, político y económico
que hoy está enfrentado al gobierno?.. No hay que olvidarse, en el medio hay
servicios, y ellos juegan siempre para sí mismos y sus negocios del pasado, del presente y del futuro.
Volviendo al tema, luego de haber leído la denuncia de
Nisman sentí verdadera pena por él. Si este folleto novelesco, jurídicamente
risible y falaz tuvo que ver con su muerte, estamos ante alguien cuyo
equilibrio transitaba por una delgada línea de confusión. Como anticipé en un
breve comentario que colgué hace pocas horas en el blog de Daniel:
A Nisman lo operaron más los
medios corporativos y la oposición que los servicios, aunque en algún punto el
trío hace un buen matrimonio swinger. Creo que el hombre entró en un juego de
versiones que no supo jugar. Él era fiscal y sus escritos no pasan al olvido ya
que sus posibles contradicciones y errores se transforman en juicios políticos
o directas remociones en el cargo. En el último de los casos los periodistas y
los opositores firman una pequeña errata marginal y se acabo el problema. Como
se suele decir en mi pueblo y valga una triste paradoja en estos días: a estos
dos últimos grupos no les entran ni las balas, son básicamente caraduras,
caranchos de la politiquería como bien los definió Burstein. Lo sigo pensando:
Pobre pibe. Si se mató, lo indujeron o lo mataron por esto, esto sí que es como
decía el amigo Verdaguer: Qué manera más estúpida de comenzar la semana.
Aclaración con respecto a un error del fiscal del cual poco se comenta: Las alertas rojas no pueden ser levantadas ni por un Presidente, ni por un Canciller, ni por el Jefe de Interpol. Las alertas rojas solo pueden ser levantadas por el Juez que atiende en la causa. Y si hay algo indiscutible al respecto es la actitud de Canicoba Corral. ¿Nisman no lo sabía o directamente no leyó lo que presentó?
La aclaración que hacés al final es correcta. Te lo digo como abogado penalista.
ResponderEliminarPoné atención en esto que te marco. Si tal intento de levantar las alertas hubiera sido verdad debería haber tenido la aquiescencia de Canicoba. Te pregunto, me pregunto, ¿Por qué no lo incluye en la denuncia?.
Me gustaría saber que notas tuvo Nisman cuando cursó "Practica Procesal"....
ResponderEliminarExcelente texto don Gustavo.
ResponderEliminarAcabo de ver, en el programejo ultraK 678 a Julio Maier. No encontró ningún tipo penal en donde sustentar la denuncia. No pasa de una denuncia política en el sentido estricto del término. Sus apreciaciones fueron claras, precisas y contundentes.
Algo así como “Esto no me gusta”. Llevarlo al plano del delito es descabellado, aun en el caso de que se hubieran registrado compras de combustible. Ninguna ley impedía hacerlo. Fue una decisión política que se podía cambiar por otra decisión política. Hay una ley del congreso y, entonces, todos los diputados que la aprobaron y prestaron quórum son cómplices. Un delirio.
Lo que sí entra en el plano delictivo son algunas conductas del fiscal, como basar toda su hipótesis en información de los servicios locales suministrada por servicios extranjeros, sobre todo del Mossad que debería, también, estar en la lista de sospechados. Muy que les pese a los representantes del gobierno de Israel en la Argentina que responden al nombre de DAIA.
E Israel forma parte del encubrimiento. Y ni hablar de la Embajada, causa paralizada desde que los peritos designados por la Corte tiraron abajo la fantochada de la Camioneta Ford bomba y dictaminaron implosión. ¡Que suertudos que son! Son israelíes los que encontraron los restos de la Ford y de la Trafic!
Los familiares son rehenes de una dirigencia que responde a Tel Aviv y no al esclarecimiento.
Mientras la investigación siga intentando complacer a Israel y no a esclarecer los atentados que incluye desde la improbable pista Iran/Hizbolá, hasta la siria y aquellas que vinculan en forma directa o indirecta a intereses de Israel o de banqueros judíos no vamos a llegar a nada.
Dudo que lleguemos. Si la Corte tiene 17 años cajoneada la causa de la Embajada (sin ningún interés de Israel para resolverlo), no puedo ser optimista.
Groucho, se agradece
ResponderEliminarDe alguna manera hoy Cristina expone algo del asunto cuando afirma que esta pobre denuncia sólo logra tener relevancia con la muerte de Nisman. Y creo que Cristina, con su declaración sobre que la muerte de Nisman no fue suicidio, entra y cae en la trampa del juego mediático y político.
Dentro del presente escenario yo no sé que pasó. Pero no puedo afirmar ni negar nada debido a que el contexto que vos mencionás es demasiado complejo como para ser taxativos.
Ayer hablábamos con mi señora sobre la muerte de Carlitos Menem. Aún hoy hay versiones cruzadas y las mismas incluyen varios testigos muertos.
¿Y la familia de Oltra? ¿Se van a quedar en el molde sabiendo que a Silvio lo mataron?
Qué diferencia existe entre esta muerte dudosa de Nisman y aquella de Carlitos Menen. Y tienen relación ya que ambas se encuadran dentro del mismo contexto y del mismo conflicto geopolítico. Estamos hablando del año 1995, luego de los dos atentados.
Lei un poco de la denuncia y me pregunte, donde esta George Smiley ?
ResponderEliminarQ:
ResponderEliminarImposible, falta el talento John le Carré...
Como escribió Thomas de Quincey en su genial "El Asesinato como una de las Bellas Artes": El asesinato debe incluir una cuota indispensable de artística y belleza. Debe alejarse de la vulgaridad para que pueda ser considerado.