Coronel Dorrego: Por suerte arribó el conflicto como fuerza creadora de políticas





  
Luego de 12 años vamos a tener la oportunidad en Coronel Dorrego de escoger entre dos proyectos totalmente distintos. La Alianza PRO-UCR por un lado, perfectamente alineada con los paradigmas conservadores en el peor sentido de la palabra, modelo político y socioeconómico que sin solución de continuidad gobierna el distrito desde hace 16 años entre siestas, sedantes, letargos y anestesias. Y por el otro lado un PJ-FPV definitivamente identificado con el gobierno nacional y fortalecido por la aparición de jóvenes dirigentes que han logrado unificar ideas y convicciones gracias a la tarea de las autoridades partidarias en función de aclarar políticamente su lugar de pertenencia, esto luego de varios años de contradicciones y desvaríos. Es la primera vez en tiempos kirchneristas que tenemos kirchnerismo en Coronel Dorrego, cuestión que se vio reflejada en las PASO recientes. Ese 45% que obtuvo dicho colectivo político bajo la figura de Cristina Fernández, tanto en el 2007 como en el 2011 no se podía haber volatizado sin causas precisas, había razones profundas, dilemas que habitaban muy fuertemente dentro de las propias paredes de la casa peronista.
Las diferencias programáticas son concretas y no dan lugar a dudas. En mi humilde opinión cada ciudadano dorreguense sabe perfectamente cuales son. Jamás subestimaré las percepciones colectivas y sus decisiones. La etapa política que se viene es cómo cada una de esas fuerzas en pugna expone esas diferencias mediante la honesta puja de ideas una vez ingresados definitivamente al campo del debate. Y cuando hablo de debate no me refiero al cruce simultáneo entre los candidatos, cosa de relativa importancia y que no necesariamente refleja inteligencia ejecutiva, un buen sofista se hace una panzada en medio de esas lides, quiero detenerme puntualmente en el desarrollo específico, obviando los verbos en infinitivo, de cada uno de los dilemas que nos conmueven como sociedad.
El Contador Raúl Reyes, candidato por Cambiemos, nos ha dado una muestra ideológica de inconmensurable valor cuando declaró que el costo laboral es lo que conspira contra el desarrollo del trabajo local. Esto es, para mi estimado Raúl, hoy la mercancía trabajador es cara, y digo mercancía ya que él mismo la colocó dentro de esos términos. El representante de la coalición conservadora local no se detiene en el estudio sobre las rentas del capitalista, no observa prudente  detenerse en otros costos y gastos que el empresariado también tiene, pone énfasis en el costo del segmento más débil de la cadena, el dependiente. Cuántos trabajadores del distrito consideran que sus esfuerzos son caros. Buena pregunta que los propios trabajadores se deberían responder antes de emitir su sufragio.
Raúl Reyes realizó estas declaraciones con la honestidad que todos le conocemos. Y me parece muy edificante que tal cosa haya sucedido. El hombre no anda con dobles discursos. Para el candidato de Cambiemos es necesario flexibilizar la legislación laboral para que se desarrolle empleo en el distrito, es decir abaratarle al empresario la mercancía trabajo sin poner en duda sus márgenes de rentabilidad. Toda una definición política e ideológica.
Por el contrario y desde el FPV el sistema paritario que se viene desarrollando a instancias del gobierno nacional se choca de frente con la premisa que Cambiemos le tiene reservada al proletariado. Para abaratar la mercancía trabajo es necesario eliminar la paritaria debido a que ningún sindicato va a negociar los aportes patronales que afectan directamente a sus jubilados. Recordemos que debido a las políticas nacionales sobre el tema, desarrolladas en esta década, el desempleo termina en 6.6%; con la tesis flexibilizadora que plantea el bueno de Raúl la Alianza Radical terminó en el 2001 con un 25 % de desocupación y un 52% de pobreza. Y vaya que en esa coyuntura el salario era bien barato.

¿Qué hubiera votado la bancada del PJ-FPV con relación a la instalación de centros comerciales tipo supermercados?
Sabemos que por unanimidad el HCD, a pedido de los comerciantes, determinó regular y si se me permite desalentar dicha inversiones instalando cotas en cuanto a los metros cuadrados ocupados para desarrollar dichas actividades.

(Breve digresión: Los comerciantes de Coronel Dorrego, muchos de ellos neoliberales, votantes de la coalición UCR-PRO piden proteccionismo al Estado Municipal para evitar que se instalen supermercados chinos o equivalentes tipos ferias. La bipolaridad política y económica al palo.. Hay que liberalizar todas las variables excepto cuando me toca...)

¿Se habrá ponderado sobre la cantidad de mano de obra genuina y formal que podían haber aportado estos emprendimientos o simplemente se escuchó las voces que desestiman cualquier tipo de competencia? Digo, para que el día de mañana no nos desgarremos las vestiduras por la ausencia de trabajo formal en la comarca.
¿Habrán participado de la reunión los inversionistas interesados para explicar su formato comercial de manera arribar a un acuerdo que favorezca a todas las partes? En épocas en donde escuchamos sobre el virtuosismo de la palabra consenso se determina sin que una de ellas esté presente.
El municipio está en condiciones de regular las actividades sin necesidad de cotas abortivas. El asunto sigue siendo la voluntad y la decisión política para poner en juego fichas hasta ahora no movidas. Se prefirió mimar al establishment comercial. Algo muy similar ocurre en el rubro carnicería con relación al frigorífico. Si bien resulta contrafáctico me atrevo a sentenciar que el FPV no hubiera aceptado dichas medidas sin incluir la voz de los inversores. Y muy bien lo declaró el candidato a Intendente Osvaldo Barcelona cuando afirmó con relación al frigorífico que implementaría políticas puntuales para acordar su funcionamiento pleno poniendo al Estado como articulador de los egoísmos sectoriales. Pero para eso, subrayó, es necesario invitar a todos los actores de la actividad.
Allí la diferencia: Los unos tomando al conflicto como motor del desarrollo de políticas inclusivas, los otros desestimando la fuerza creadora del conflicto gestionando a favor del establishment. Para muestra, bastan dos botones…





Comentarios

  1. A Juntos por Dorrego lo sacaste de la pelea

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    1. Yo no lo saqué. El propio Hugo Segurola afirmó que su pelea era por renovar sus dos Bancas. Él públicamente se excluyó de la pelea ejecutiva. Y como considero que nadie tiene comprado los votos cada uno deberá esforzarse para lograr sus objetivos.

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  2. En la radio escuche una conversación interesante sobre ese tema. lastima que la cosa sea entre periodistas, porque parece que los concejales y la muni van TODOS en la misma dirección. Hasta cuando largan algo en la radio, los tipos van atras.

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  3. Hay que tener cuidado a la hora de votar más allá de los partidos o ideas acá en dorrego las personas porque por ahí con la bandera del proyecto ponemos en juego apetencias personales que tampoco le hacen bien al dorreguense

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