LOS COMPAÑEROS ESTÁN... si nos esforzamos un poco damos vuelta Coronel Dorrego como una media









...parafraseando a Néstor Kirchner

Horacio González describe que en sus reuniones patagónicas y antes de ser candidato, Néstor Kirchner afirmaba: “Los compañeros están, si nos esforzamos un poco damos vuelta este país como una media”. Lupo era un esperanzador sentencia González, una persona que veía la gran fisura que se había producido en la Patria, una quebradura de tal magnitud que hacía posible lanzarse al vacío, en la idea de lanzarse a algo desconocido que sin embargo tenía, en esa frase por lo menos, la previsión de que los compañeros estaban. Siempre hay algo antes, sólo faltaba recrear la voluntad política y después el atrevimiento de dar vuelta el país como una media. Los nombres no son sólo marcas en el territorio, son honduras morales de la memoria...
Y vaya si lo hizo. Y lo hizo tan bien que una porción muy importante de nuestra población ya no recuerda ni tan siquiera cómo eran aquellos magros tiempos del neoliberalismo, a tal punto, que no tendrían inconvenientes ni reparos para volver a recorrer esos nefastos y desquiciados senderos.

Y por qué no podemos hacerlo en Coronel Dorrego...

El kirchnerismo vino para agitar las aguas de la historia, el kirchnerismo es una historiografía que improvisa sus heterogéneos motivos, además de dejar el sentimiento de que en el juicio de la historia todo es posible. El culto a los héroes, el patrimonio nacionalista, el jacobinismo patriótico. El kirchnerismo encuentra tejidos ya hechos y lo demás lo teje indagando en tradiciones diversas y contradictorias. El kirchnerismo tuvo y sigue teniendo, a pesar de las enormes dificultades que atraviesa, cierta sensación de interés por discutir más a fondo la Argentina. Interrogó a las corrientes subterráneas del país, cosa que molestó y continúa molestando notoriamente. Clarín no se pregunta de dónde venimos porque sabe que recoge los heridos que replantean sus ideas y convicciones sin modificar sus fórmulas de análisis. El kirchnerismo formuló una idea, imprecisa quizás, pero aún en su imprecisión dejó la idea de que es posible hacer muchas cosas tirándose a la pileta. Un fuerte reconocimiento de las realidades y los límites no le impide exponer un voluntarismo militante aplicado de manera entera dentro de las esferas del estado. Es decir, no cierra el abanico de posibilidades para la vida cultural, para examinar a las ideologías, las deja flotar libremente. Las abre desprejuiciadamente, saca a la luz una lengua coloquial de las clases medias informadas a pesar de que el núcleo fuerte del kirchnerismo es un neodesarrollismo con sensibilidad social. Curiosamente el Socialismo no parece serle fiel pues su base fáctica es el liberalismo conservador de una franja agraria y urbana que no ha sabido aliar su progresismo de medio tono con la autorreflexión sobre su propia historia. En cambio el kirchnerismo, bajo la sombra perseverante del peronismo siempre a la espera, tiene su única palabra y es fiel indistintamente y por períodos a distintas formulaciones y herencias.

Luego de la derrota legislativa del 2009 Néstor dijo “Vamos por todo”. Eso es iniciativa política, una iniciativa que no mide fuerzas, es una lógica que propone y que crea poder, un acto sorpresivo que el antagonista no espera. Siempre es recomendable hacer lo que otro no espera y lo que menos esperaban los antagonistas es que Kirchner, luego de la derrota, retomara la iniciativa política. Y esto se visibilizó más aún cuando las propias patronales del campo le reprocharon al espectro opositor no haber sabido aprovechar el triunfo electoral. Se enojaron con los políticos porque se dieron cuenta que no existía ninguno con la misma concepción, que ni siquiera tenían capacidad ni coraje para intentarlo. De alguna manera les estaban diciendo “para derrotar al kirchnerismo hay que hacer, desde la praxis política, kirchnerismo.

Sabemos que existe una clase media muy grande que puede jugar sus fichas para cualquier lado afirma José Pablo Feinamnn. La víscera más sensible del hombre es el bolsillo sentenció Perón, en consecuencia la víscera más sensible de la clase media es el bolsillo. Si bien es una concepción antropológica muy dura y muy triste del ser humano nos permite comprender las razones por las cuales la clase media votó a Cristina en el 2011 y también votó a Macri. A Cristina la votó porque estaba gestionando bien y a Macri porque le asegura que eche a los cartoneros, persiga a la negrada y aplique mano dura. Por un lado votaron a Cristina porque con su gestión pudieron avanzar y cumplir con sus reducidos sueños, con sus individuales triunfos y por el otro lado votaron a Macri por su natural lectura antipopular.







En estos términos la militancia, tema que nos compete, no viene al mundo a triunfar individualmente en la vida, la clase media si. El tipo de izquierda viene a triunfar ante todo junto a sus compañeros, cuando logra la justicia para todos, el bienestar para todos, que todos sean libres, que no haya seres humillados, seres esclavizados. Es un triunfo más complejo debido a que es un triunfo al margen del sistema, el otro es un triunfo dentro del sistema, de un sistema perverso pero establecido. La mayoría de la clase media parte de una concepción muy egoísta del mundo, del núcleo familiar y puede salir a cacerolear, pero no va ir mucho más lejos, siempre delega la última lucha en otros estamentos que sí pueden luchar, por ejemplo los medios corporativos. La clase media lee Clarín ya que expone todo lo que está destinado a ella, y también lee La Nación, a cuya clase quisiera pertenecer. Ambos los llenan de odio contra el Gobierno. La clase media no quiere ser lo que es, no quiere ser clase media. La clase media quiere ser clase alta. La clase media no quiere ser lo que no es, la clase media no quiere ser clase baja. Esto es una fórmula ontológica inescrutable. Por eso el tema de la inseguridad les toca el mayor de sus valores, son los valores de la clase poseedora, que es la propiedad privada. La propiedad privada hace que la clase media sea. Nunca comprenderá de manera masiva que su único destino de progreso seguro y constante será cuando deje de darle la espalda al pueblo. Hoy no quieren mirar diez años atrás, no quieren ni siquiera recordar como estaban, hoy están mucho mejor, acaso fantásticos si comparamos, pero enfurecidos. Para ellos “los negros siguen siendo los grandes delatores del tirano”...
Por eso el kirchnerismo es injustamente atacado por izquierda y a veces también por derecha porque en definitiva es un intento de conjugación de una forma consensual y vivible de la Argentina, una posibilidad democrática siempre abierta.
Evita dice “El alma que traje de la calle no la dejé cuando entré a los ámbitos de poder”. Kirchner dice no voy a dejar mis convicciones en la puerta de la Casa Rosada. La Argentina está tratando de decidir si el peronismo es una forma interna del kichnerismo o el kirchnerismo un capítulo interior del peronismo. Temo que el pasado no puede ser una mercancía, tiene que ser algo fresco, que aparezca frescamente y no debe estar encerrado en un gabinete asfixiante o sometido a la injusta del no recuerdo.
En este momento en la Argentina lejos de lo que lo que opina una parte muy importante de la clase media, de la oposición y de la izquierda, hay un pleno reinado de las libertades. Son raros tiempos de felicidad según la frase de Tácito ¿por qué se piensa lo contrario?. Acaso las libertades se asocian al imperio de ciertos estilos y de ciertos monolingüismos. No obstante, el kirchnerismo es la creación de un campo nuevo de libertades, que a veces no se perciben así, acusado incluso de conculcarlas, porque produce un pulular de hechos contradictorios que entrechocan entre sí. Los discursos de la presidenta son hebras lanzadas en múltiples direcciones, con estilos comunicacionales montados en la dicción habitual de las voces multiplicadas por las tecnologías existentes, pero con quiebres internos por donde emana la tragedia del poder público. 

...Gracias  a Horacio González y a José Pablo Feinmann por ayudarnos a pensar 







Comentarios

  1. parece que a cierta parte de la poblacion dorreguense le gusta que le nieguen el trabajo o una beca por no estar afiliado al pro...porq la ucr dejó de existir ayer

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