El
comunicador indignado se reserva una dosis de perversión exponencial en donde
justifica plenamente sangrías, cadalsos, mazmorras, guillotinas, la proliferación de centros de
reclusión, linchamientos, debido a que su indignación está por encima de las restantes
sensaciones y experiencia que tiene el
colectivo. Sospecha gracilmente que su indignación es la de todos, en
consecuencia la racionalidad empieza y termina con él. El comunicador Indignado se ve como
protagonista individual; miente, engaña y acumula sofismas a favor de otorgarle
contenido a su cólera. Llama la atención que gente de sobrada inteligencia se
manifieste de forma tan liviana cuando de política se trata.
La
indignación es solamente una carga adicional dramatizada y propagandística a
favor de mal predisponer a una importante porción de la población que se
presenta receptiva hacia una propuesta despolitizadora. Y dicha cuestión no es
inocente, forma parte de la hechura social que tanto es apreciada por las corporaciones
dominantes. Una sociedad encabezada por Gerentes, nunca por los representantes
del pueblo. Saben los Gerentes que algunos políticos (acaso los menos) son de
cuidado, de modo que ante la experiencia del presente no es necesario seguir
haciendo inversiones de riesgo de cara al futuro.
EL ESTADO NO PUEDE INTERVENIR DIRIGIENDO LA ECONOMIA MENOS REASIGNANDO O REINYECTANDO DINERO DONDE CONSIDERA NECESARIO,
ResponderEliminarSEGUN REZA EL MANDAMIENTO NEOLIBERAL.
PEEEROO, EL ESTADO DE USA HA PERMITIDO QUE SE LE INSTALE UN SOBREESTADO BANQUERO PIRATA INGLES.
QUE IMPRIME SIN RESPALDO Y ASIGNA EL DINERO A QUIEN SE LE DA LA GANA O SEA ELLOS MISMOS, LA BANCA PIRATA.
ES MUY BONITO SER BANQUERO PIRATA Y KEYNESIANO
EL POPULISMO APTO SOLO PARA LA BANCA PIRATA.
LA REPARTIJA PARA UNOS POCOS.