CUS.. (Cobertura universal de salud) Una entelequia sin presupuesto ni financiamiento, un ariete para destruir la salud pública...
Argentina: La cobertura
universal de salud
Jorge Yabkowski Secretario de Salud Laboral de la CTA. Presidente de la Federación
Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina, para Revista Sin Permiso
Fuente
Del discurso a la realidad
La CUS (Cobertura
Universal de Salud) es una estrategia de seguro de pobres y canasta básica
impulsada por el Banco Mundial (BM), como alternativa a los fracasados planes
focales de los 90. Su objetivo central (según declara) es evitar que las
familias caigan en la miseria por los gastos de salud. Dice el BM que 250.000
personas por día en el mundo entran en la pobreza o la indigencia por afrontar
gastos en la atención sanitaria.
Argentina adhirió a
la CUS durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, votándola
positivamente en la OMS en 2005 y en la Asamblea de Naciones Unidas en 2012. El
gobierno de Mauricio Macri la impulsa como política pública a partir del
decreto 908 /2016.
¿Cuáles son los
resultados en los países donde se aplica? La OMS en su página dedicada a la
financiación de la salud, compara el gasto privado y de bolsillo de 147
naciones entre 2003 y 2014. Allí puede verse que en la mayoría de las que
adoptaron la estrategia de los seguros focalizados(CUS), el gasto privado y el
de bolsillo en lugar de disminuir se disparó. Perú tiene hoy un 40% de gasto
privado. El 73% del mismo corresponde al gasto de bolsillo de las familias.
México, donde se aplica el llamado “Seguro Popular” tiene un 50% de gasto
privado, el 92% de bolsillo. En Colombia la CUS se aplica desde el año 2000 a
través de la ley 100. Allí entre 2003 y 2014 el gasto privado y de bolsillo
creció un 35%. Además, cerraron 20 hospitales públicos que no pudieron competir
con el sector privado a la hora de captar asegurados. En las antípodas los
países con sistemas universales financiados por rentas generales tienen un
gasto privado bajo. En Japón e Inglaterra, por ejemplo, es del 16%
La Argentina
El INDEC, a raíz de
la intervención durante el gobierno anterior, ha dejado huellas que se expresan
en la disparidad de apreciaciones sobre el porcentaje del PBI que gasta la
Argentina en salud.
(N de la R: Concepto muy discutible, y más si tomamos como referencia los fallos de judiciales que aprobaron los modos y las formas de la anterior gestión en el Indec)
La OMS habla de un 5,9%, el Banco Mundial de un 7% y los funcionarios
nacionales de un 9 al 10%. Analicemos al parámetro que mejor expresa la
eficiencia real del sistema. Los funcionarios del Ministerio de Salud hablan de
un 30% de gasto privado, casi un 3% del PBI. La OMS lo sube al 45%, pero sobre
un porcentaje del 6%. Es decir, un 2,5% del PBI. En ambos casos el 83% de ese
gasto proviene del bolsillo de las familias. Según los funcionarios del
Ministerio de Salud el objetivo de la CUS es disminuir el gasto de bolsillo,
que afecta en mayor proporción a los sectores más pobres. ¿Pero cómo lograrlo
sin poner un peso para mejorar y ampliar los servicios públicos gratuitos de
salud?
Ese es el misterio que la CUS no puede develar
En la mesa
organizada por el DASEF el 6 de octubre en la Facultad de Medicina de la UBA,
participamos como FESPROSA junto al Viceministro de Salud de la Nación, Dr.
Adolfo Rubinstein. Comenzamos diciendo que una reforma sustancial del
sistema de salud no puede ser implantada por un Decreto de necesidad y urgencia
(DNU 908/2016), eludiendo el debate social y parlamentario. Mostramos que los
famosos 8000 millones para la CUS siguen desde hace 14 meses inmovilizados en
el Banco Nación. A la hora de la implementación efectiva el viceministro dijo
que la CUS tendrá como base la ampliación del Plan SUMAR. Sin embargo, el
presupuesto nacional 2018 prevé solo 2200 millones para este programa. El mismo
no cubre a los 15.5 millones que presuntamente abarcará la CUS. Según el
presupuesto el SUMAR alcanza a solo un tercio de ese universo, 4.7 millones de
personas. A la sazón 40 pesos por mes por beneficiario. ¿Alguien puede pensar
que un plan integral de garantías explicitas de atención se puede financiar con
este dinero?
Dijimos también que
no tocar el anárquico y oneroso sistema de Obras Sociales es llevar al fracaso
a cualquier reforma progresiva. En ese sentido criticamos la alianza gobierno
-CGT para el manejo de las políticas públicas de salud. Planteamos también que
el ministro Lemus no quiso recibirnos ni para debatir la CUS ni las condiciones
de trabajo de los 350.000 agentes que sostienen, en 1600 hospitales y 6000
unidades sanitarias, los 125 millones de prestaciones anuales que realiza el
sistema público. Señalamos la precarización laboral y los bajos salarios del
plan CUS-comunitarios, presunta base de la atención “personalizada y continua
“en la CUS. Dijimos que sin trabajo decente, sueldos acordes, carrera sanitaria
nacional y medidas de fomento para la radicación en zonas desfavorables la
atención” personalizada y continua” era una ilusión irrealizable. Entre otros
puntos propusimos bajar el gasto de bolsillo de las familias entregando
gratuitamente los medicamentos esenciales, entre ellos el misoprostol,
fabricados por la producción pública. En definitiva, dijimos: no al seguro, sí
al sistema fortalecido desde una perspectiva de derechos
Para nuestra
sorpresa el viceministro del gobierno de Cambiemos, ante 350 personas, la
mayoría jóvenes estudiantes y graduados de ciencias médicas, afirmó lo
siguiente:
1) La CUS no es un seguro y menos un seguro de pobres. Es solo una estrategia de fortalecimiento del sector público
2) No habrá carné. Solo DNI
3) No habrá canasta de prestaciones
4) La base de su desarrollo será el SUMAR
5) Los 8000 millones del fideicomiso no son la financiación de la CUS sino solo un apoyo para organizarla
6) La Nación no tiene presupuesto propio más que para apoyar algunas acciones. Los recursos, entonces, deberán salir de las provincias y los municipios. No se le quitará a los hospitales y centros de salud su presupuesto histórico.
7) El eje de la CUS será la historia clínica electrónica y los turnos personalizados. (sic)
8) En esta etapa no se meterán con las Obras Sociales. Es un problema político complejo.
La primera
conclusión es que, por ahora, la CUS no tiene financiación ni nacional, ni
provincial ni municipal para implementarse como seguro. Por lo tanto, al menos
por el momento, sería solo una “estrategia” basada en la nominalización de la
población a cargo y la historia clínica digital unificada. Desaparecida la
ilusión de hacerse de fondos adicionales los gobiernos provinciales empiezan a
mirar a la CUS con recelo. El de Santa Fe ya se pronunció en contra y reafirmó
la defensa de su sistema de atención pública.
Las políticas para
“empaquetar” al sector informal en un seguro de pobres ya lleva varios fracasos
desde los años 90 a esta parte. Sin embargo, el Banco Mundial y la Fundación
Rockefeller, apoyados ahora por la filantropía de Bill y Melina Gates, no se
rinden. Para desembarcar en la Argentina tienen que meter el cuchillo en los
establecimientos públicos y paralizar la resistencia de los trabajadores,
convenciendo a su vez a los de usuarios de que la CUS es el camino al paraíso
sanitario. Y, por ahora, sin poner plata.
La conclusión es
que lejos de ser inevitable la CUS, por el momento, está solo en los papeles y
en el discurso de los funcionarios.
La batalla de fondo
recién comienza.
Lo primero que salta es que lo llaman universal o nacional pero al poco tiempo depende del presupuesto de las provincias. Como dice en la nota Japon e Inglaterra se recauda del presupuesto nacional.Conozco el SNU que implemento Australia que es similar al Ingles, llamado Medicare y es muy bueno y funciona muy bien. El sistema nacional de asistencia médica de Australia -Medicare- es uno de los mejores y más justos del mundo, gracias a su financiamiento por parte del Estado, que destina el 1.5% de los impuestos al Programa. Los ciudadanos y residentes obtienen acceso inmediato a servicios y programas de atención médica gratuita en hospitales públicos, así como ayuda en gastos en atención médica privada, con medicamentos subsidiados e inclusión de los inmigrantes. Conózcalo en la siguiente nota.
ResponderEliminarA grandes rasgos, el programa Medicare brinda acceso universal a la atención hospitalaria pública y gratuita a la vez que ayuda a cubrir parte de los honorarios médicos. Asimismo, aporta con el costo de la mayoría de los medicamentos que prescriben los médicos a través del Programa de Beneficios Farmacéuticos.
Los Hospitales crecen contienen los mejores profesionales y equipamiento, equipos de investigacion de punta etc. Existen Planes y mutuales privadas y alguna gente paga con el objetivo de tener alguna instalacion mas comoda, o no esperar para alguna intervencion quirurgica menor no de urgencia . Sin embargo estando como paciente privado si la cosa se pone fea el sistema te deriva a los Hospitales porque las clinicas no pueden afrontar el tratamiento . Un problema seria en Argentina que las obras sociales y mutuales sindicales compiten con el sistema nacional, supongo que podrian ser un poco como las privadas en estos paises. El otro secreto de que el sistema funcione es que absolutamente todos pagan no se puede evadir.Cabe preguntarse porque la OMS impulsa un sistema que falla en Mexico y Colombia y no promueve un sistema mas a lo Medicare.